Intenté varias veces antes leer Frankenstein, pero su narración tan cargada de metáforas y referencias indirectas me hacía desistir. Mary WS (pa los cuates), no suele ir al grano diciendo que Víctor o la criatura están tristes, iracundos o tensos. Se toma su tiempo para mostrarte sus emociones y la forma en que agrían su día. Te recuerda que la existencia es dolorosa y las montañas de ginebra reavivan el espíritu más atormentado. Y así todo el rato.
Pero el año pasado agendaron Frankenstein en la Cocina de Futuros (el club de lectura de ciencia ficción al que todos están invitados), y entré con entusiasmo a leerla por fin.
Además me descargué dos versiones anotadas (Frankenstein: Annotated for Scientists, Engineers, and Creators of All Kinds y The New Annotated Frankenstein, de Leslie Klinger), y pude echarme el texto con todas las referencias de la época, correcciones a posteriores ediciones y reflexiones de académicos en torno a los detalles de la historia. Sin mencionar que pasar por las expresiones en inglés notaba algunas expresiones que en español son insufribles o simplemente persignadas. Hay algo en la manera que el inglés expresa la penuria y compasión de esos dos (Víctor y la Criatura) que lo hace resonar en tus entrañas.
Me molestó que en la versión en español suelen traducir 'ángeles' cuando pone 'spirits'; 'por dios!' cuando dice 'Alas!'. Porque altera el modo en que Mary WS nos cuenta y proyecta la experiencia atea y racionalista de Víctor y la criatura frente a las formas más convencionales de la familia Frankenstein ante los mismos eventos.
Pero lo que me encantó de haberla leído hasta este momento de mi vida, fue notar en la historia del debate creador/creatura, la tecnología en contraposición a la naturaleza y la responsabilidad científica, que también es profundamente transhumanista.
Remember, that I am thy creature: I ought to be thy Adam; but I am rather the fallen angel, whom thou drivest from joy for no misdeed. Every where I see bliss, from which I alone am irrevocably excluded. I was benevolent and good; misery made me a fiend. Make me happy, and I shall again be virtuous.
Recordad que soy vuestra creación… yo debería ser vuestro Adán… pero, bien al contrario, soy un ángel caído, a quien privaste de la felicidad sin tener ninguna culpa; por todas partes veo bendiciones de las que solo yo estoy irremediablemente excluido. Yo era afectuoso y bueno: la desdicha me convirtió en un malvado. ¡Hacedme feliz y volveré a ser bueno!
Por supuesto el consenso de la ciencia ficción inaugura el género con esta obra, aunque hay otros trabajos de 'proto ciencia ficción', es Frankenstein donde se consolidan los elementos, la divulgación científica, la especulación de las tecnologías, la condición humana comprometida.
En el transhumanismo parten de una alteración de lo humano, donde lo humano ha sido mejorado o ha sido cambiado. Donde lo humano no es exclusivo de nuestra especie, o donde el contacto con otras especies nos ha cambiado como humanos. Básicamente, es la antesala a todo el debate sobre la diversidad identitaria en los foros sobre el género y futurología. Transicionar un paso más allá de los límites de lo humano.
Es una joya para el enfoque de la Teoría de la Metáfora Conceptual. Todos los personajes transitan entre estados de humanidad y entre facetas al margen de lo humano.
La novela entera conceptualiza metafóricamente la MUERTE como SUFRIMIENTO y en consecuencia la VIDA como FELICIDAD, hasta el momento de la vivificación de la criatura. La historia pasa a cuestionar la experiencia de la vida y la muerte durante el segundo tercio, mientras ambos personajes se pierden en sus remordimientos hasta resignificar durante la tercera y última parte de la historia, la MUERTE como FELICIDAD y la VIDA como SUFRIMIENTO. Y es un enfoque que solo descubres una vez concluye toda la historia, el error de Víctor invierte los conceptos de su mundo.
Las transiciones están en todos los ámbitos de la vida. Víctor como creador, científico y miembro de su familia diserta sobre los límites humanos y la trascendencia a través del conocimiento y los efectos (o consecuencias) del acto creador. Víctor trata de trascender su humanidad al legar el conocimiento para evadir la muerte, y también ejerciendo la capacidad de dar vida a lo que está muerto. Tras tener éxito y darse cuenta de que se equivocaba, sufre en vida buscando la pacificación de la muerte.
Pero también la criatura, el daemon, transita desde la confusión de experimentar la vida hasta definir su identidad cuasi humana. Busca su trascendencia a través de la posibilidad de engendrar su propia especie. Anhela los actos humanos y aprende de ellos para crear la identidad de su propio género. Una vez que los consolida no son suficientes y se da cuenta de que siempre será un outsider, un freak, un exiliado. Si no puede socializar como humano socializará como criatura con los suyos.
Quizá por estas dos caras de la misma conceptualización, y de la inversión del mundo, es que en su día John Lee Miller y Benedict Cumberbach interpretaron a Víctor y la Criatura en la puesta en escena del National Theatre en 2012, alternando los papeles entre funciones.
Hay definitivamente algo en las palabras de esa brillante escritora, que te inducen a posar la atención sobre ti mismo, las palabras del tormento, de la curiosidad y la duda.
“The words induced me to turn towards myself…
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