Drive o Baby driver


Ésta tarde (bueno no en la que se publica la entrada sino en la que estoy escribiendo esto) una amiga abrió conversación conmigo con la siguiente pregunta: '¿Cuál te gusta más, Baby driver (2017) o Drive (2011)?', por su puesto mi respuesta empezó por 'A ver, es que son diferentes'.




Si bien podría parecer que las historias son la misma. Ambas sinopsis se pueden reducir a: un prodigioso conductor que realiza trabajos ilegales con la esperanza de que el siguiente trabajo sea el último, pero conoce a una chica y el último trabajo sale mal. Si las películas se redujeran solo a su sinopsis, como menciona Lana Wachowski, Moonrise Kingdom (2012) y Snowwhite and the huntsman (2012) serían en esencia la misma película.

Quizá ambas películas parten de la misma premisa, pero son dos tratamientos absolutamente distintos. Drive es una película de contemplación, se centra en las emociones,  por eso aprovecha el uso de colores mate, los juegos de sombra y luz, granulados, genera su contraste con su ritmo pausado y paneos para mostrar los espacios, las composiciones y las acciones de la historia.

Pero sobre todo Drive, es una película de plot (enfocada a su trama o tema) tratando de convencernos de que es una historia de personaje. Por tal, durante toda la película no conocemos ni siquiera el nombre del protagonista (incluso aparece en créditos como 'driver'), no sabemos su pasado, no sabemos los motivos por los que se involucró con criminales, ni por qué desea terminar los trabajos y hacer una nueva vida. La historia se centra en la manera en que el conductor realiza las huídas en los encargos, y la forma en que trata de pasar desapercibido detrás de otros protagonistas, la manera en que se relaciona ante situaciones y personas. 

La película (y por 'la película' me refiero a Refner, el director) no quiere contarnos quién es el conductor, quiere contarnos cómo es que reacciona y las motivaciones (en el inmediato plazo) por las que reacciona. Drive, es una película hecha en torno al presente, nos ofrece la experiencia de los eventos y la empatía con las situaciones. Pero tan inmediata como son las sensaciones que nos transmite es su desvanecimiento en cualquier memoria después de salir de la sala o apagar la pantalla. 



Baby driver por su parte, es una legítima película de personaje. Toda la historia comienza con Baby, lo conocemos a través de su música y a través de la música su pasado, su familia, su tragedia, sus heridas identitarias y físicas. Por eso, cuando conoce a Debora, nos importa, nos sentimos felices por él.

No sólo eso, sino que todos los personajes están perfectamente construidos, todos ellos tienen una personalidad definida y expresada por su imagen, actitudes y palabras. Edgar Wright incluso se da la oportunidad de contarnos sobre sus personajes secundarios, Doc es un ladrón que oculta a su familia su lado oscuro, y en algún momento de su vida también actuó de manera pasional; Buddy abandonó todo su pasado (se sugiere que a su familia) cuando Darling se cruzó con él.

La música toma un lugar estelar dentro de ambas películas, pero mientras Drive acompaña sus escenas de música, estos momentos musicales parecen un comercial, donde te venden una sensación de relajamiento y comodidad. 

Por su parte Baby driver es una FIESTA, los momentos la música te integra a los momentos nostálgicos, a los momentos felices, a los momentos de acción, durante la escena del tiroteo, los disparos, los golpes y las reacciones se sincronizan al ritmo de la música. Logra que parezca que una canción grabada décadas atrás parezca hecha a la medida de la escena y la historia, eso es un don.

Drive, tiene la intención de que tú te adaptes a la historia del conductor, mediante todos estos eventos que cambian la dirección del personaje. Baby driver, te involucra con el pasado de Baby, con su estilo de vida, con sus preocupaciones y sus pasiones. Vives junto a Baby los eventos que está atravesando y los sientes con él porque te importa. Por su parte la historia del conductor de Drive, nos impacta y nos conmueve porque se trata de un ser humano en pantalla y somos empáticos. Si nos importa o no, es opcional.


Refner es un autor de nicho, su lenguaje y sus convenciones están dirigidas al público que consume lo que él consume, que comprende lo que el comprende y que ha seguido su carrera para reconocer la convención.

Wright sencillamente usa las convenciones de color y música de la sociedad para crear una historia y presentarla con los medios suficientes para que nadie se quede fuera. 

Wright incluye a todo su público, Refner… bueno, es Refner.


¿A ustedes cuál les gusta más?

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